lunes, 14 de febrero de 2011

Talento Nuevo VS Experiencia

Cuando recién salí de la Universidad y empecé a buscar trabajo una de las trabas que me ponían para contratarme era que no tenía experiencia. Recuerdo que me sentía muy frustrada y pensaba ¿cómo quieren que tenga experiencia si nadie me contrata?

Hoy hace algunas primaveras me toca estar del otro lado, ser yo quien tiene que contratar a nuevo personal. Como soy una abeja llena de paradigmas, mi primera decisión fue contratar a un nuevo talento porque “las abejas con experiencia ya tiene vicios que son muy difíciles de quitar”.

Como mi primera elección no fue la mejor, la segunda vez que me toco elegir decidí contratar a alguien con experiencia porque “a los nuevos talentos les tienes que invertir mucho tiempo en capacitarlos y son muy inmaduros para comprender lo que es trabajar bajo presión”.

Algunos aciertos y varios fracasos después, decidí compartir con ustedes las ventajas y desventajas que yo he encontrado a la hora de elegir a un equipo de trabajo.

Contratar a un Nuevo Talento
Ventajas:
Las abejas recién egresadas siempre tienen mucha energía y ganas de aprender. Tienen una metodología de aprendizaje fresca. Saben que tienen potencial y pueden aportar mucho a tu organización. Puedes ofrecerles un sueldo bajo y gracias a la gran demanda que hay en estos días puedes obtener un buen elemento a bajo costo.

Casi siempre están al día con los avances de la tecnología o las nuevas tendencias que hay en el ramo en el que te dediques.

Desventajas:
En la mayoría de los casos son solteros y al no tener una responsabilidad como mantener una familia suelen descuidar el trabajo porque si los despides pueden pasar algún tiempo sin trabajar.

Creen que saben trabajar en equipo, sin embargo su necesidad de sobresalir para quedarse en la empresa los vuelve egoístas y muchas veces dan poco valor a las ideas de las personas con más experiencia por considerarlas anticuadas y de poca visión.

Cuando comienzas a presionar por la carga de trabajo, suelen comportarse como niños cuando los regaña su mamá y hacen berrinches.

¿Cuándo elegir un nuevo talento?Yo he aprendido que si tienes necesidad de inyectar nuevas ideas al puesto de trabajo que tienes y tienes tiempo de guiar a la persona para su crecimiento laboral, un nuevo talento es la mejor opción porque a pesar de que cometa errores tienes tiempo y paciencia para pulir las cosas que necesiten ser mejoradas tanto en el puesto como en la persona que lo ocupará.

Contratar a un Viejo Lobo de Mar
Ventajas:
A una abeja con experiencia la capacitación supone menos tiempo porque solo tienes que mostrarle los sistemas con los que trabajas y no las funciones de su puesto. Basta con que le expliques que objetivos necesita alcanzar y ellos saben cómo llegar a ellos.

Normalmente tienen familia por lo tanto son mucho más comprometidos con el trabajo y si los contratas después de haber estado un periodo medianamente largo sin trabajar, puedes obtener a un elemento que cuidara hasta el más mínimo detalle para no quedarse nuevamente sin ingreso.

Desventajas:
Suelen solicitar un sueldo más alto de acuerdo a su experiencia y lo que piden puede salirse de tu presupuesto.

Dicen que “Chango viejo no aprende nuevos trucos” por lo que te será difícil que se acople con nuevas tecnologías y formas de trabajo. Normalmente esperan que sus compañeros de oficina se acoplen a él y no al revés (esto se incrementa si el puesto para el que lo contrataste lleva personal a su cargo).
También tendrás que considerar que si tiene hijos constantemente estará solicitando permisos para eventos escolares, idas a doctor, etc.

¿Cuándo elegir a un Viejo lobo de mar?
Si tienes poco tiempo para dar capacitación de cómo hacer el trabajo o un puesto clave donde lo que requieras son resultados rápidos y un criterio definido para tomar decisiones importantes, un Viejo lobo de mar es la opción.

Querido lector, solo recuerda una cosa todos somos diferentes y por supuesto lo que planteó aquí no son reglas universales, lo más importante desde mi punto de vista a la hora de elegir personal es observar la actitud de tu prospecto, sus valores y estar seguros que su forma de ver la vida sea compatible con la tuya.
Si desde el inicio de la entrevista tu personalidad choca con la del entrevistado más vale invertir tiempo en buscar que desperdiciar tiempo en acoplarte con alguien que es incompatible contigo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Repensando el Futuro...

Hola querido lector, ayer hace 5 años recibí una llamada telefónica, la peor hasta este momento de mi vida que me hizo sacudirme totalmente, me avisaban que a los 50 años de edad, mi padre había fallecido de un infarto fulminante. Por supuesto, hoy quiero dedicarle este post a ese gran hombre que me enseñó el camino para ser lo que hoy soy.

Hablar de mi papá es hablar de un avispón que no podía creer que las computadoras tuvieran teclado, el aprendió a programar con tarjetas perforadas y cada que veía una PC se admiraba de lo rápido que había avanzado la tecnología.

Supongo que imaginarás que él vivió su juventud en los años sesenta y a principios de los setenta, donde había un sentimiento general de seguridad sobre a donde nos dirigíamos y como llegar ahí.

Muchas empresas de gran éxito, una poderosa economía de postguerra e instituciones largamente acreditadas conducían hacia el futuro como un enorme y lujoso sedán en una autopista sin límites. Creían ver una larga carretera que se abría ante ellos y acababa más allá del horizonte, una carretera por la que se podía viajar igual que por la autopista que acabábamos de dejar. El futuro parecía pertenecerles.
Nada más lejos de la realidad.

La lección que hemos aprendido en los últimos tres decenios es que nadie puede conducir hacia el futuro con el piloto automático. En la época donde el creció no tenías que hacer planes, bastaba con que terminaras una carrera profesional y tenías asegurado el futuro.

¿Dónde fue que nos desviamos del camino? Yo creo que cuando todos empezaron a querer ir a la universidad y la demanda de trabajo por personas preparadas se acrecentó. Ahora no solo basta tener una carrera profesional, también tienes que hablar varios idiomas, disponibilidad para viajar, maestría y de ser posible doctorado. Haberte titulado no basta.

En estos años de Globalización, es importante no solo vislumbrarse como empelado de una gran compañía después de estudiar varios años en la Universidad. Es nuestro deber enseñar a los niños a pensar distinto, a pensar como empresarios y construirse un criterio propio. Porque el futuro como lo veía mi papá, ya nos rebasó.